Descripción:
Louise Blouin, después de 30 años de relación, gozaba de la vida, de la música, de la pintura, de su hombre y de París hasta que le informaron de su condición terminal. Su agonía no sólo fue propia, la compartió con su pareja. Asimismo, su tránsito doloroso no terminó en ella, continúa en Agenda de la agonía como permanente testimonio de la profundidad del rompimiento y la ausencia en el espíritu devastado del poeta.