Descripción:
Es innegable que un amplio sector académico ha invertido la importancia de los valores en la obra literaria y ha transmitido esta confusión (esta inversión de valores) a los estudiantes universitarios. En el tema de la lectura, por ejemplo, dicho sector cree sin duda que lo más importante de la literatura está en el lenguaje y en la técnica, sin tomar en cuenta que la literatura (salvo excepciones) no tiene como tema el lenguaje ni la técnica literaria, sino la vida misma. Privilegiar lo adjetivo en detrimento de lo sustantivo es lo que ha hecho que el estudio de la literatura se convierta, muchas veces, en ocupación aburrida y sin alma. Estima el autor que este es un libro necesario y urgente para devolverle a la lectura su fuerza espiritual regeneradora e incluso su poder redentor, por encima de consideraciones accesorias, cuando no superfluas, que tienen el propósito de suplantar lo principal. Es importante que la lectura, en su sentido más amplio (y no únicamente académico), pase por la universidad y regrese al ámbito social, más fortalecida, dialógica y comunicante.